233 km
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Salimos del camping a eso de las 10:30, y fuimos a echar gasolina a La Pobla de Lillet. Como no hicimos fotos, pongo este link de una foto del Rio Llobregat a su paso por esta localidad.
A salir de La Pobla de Lillet en dirrección Castellar de n´Hug, pasamos por una antigua cementera, cuya arquitectura nos dejó flipados... pero tampoco paramos a hacer fotos... Aquí va un link con una foto de la cementera.
Paramos en Castellar de n´Hug a hacer unas fotos, pero sin llegar a entrar en el pueblo. Es lo malo de este tipo de viajes. Ves muchas cosas, pero todo muy por encima.
Por fin coronamos el primer puerto serio del viaje: el Coll de la Creueta, con 1.888 m de altitud.
En la bajada del puerto, camino de Puigcerdà, pasamos por la estación de esquí de La Molina.
Desde Puigcerdà, antes de dirigirnos hacia Andorra, hicimos una visita relámpago a Llivia, un pequeño pueblo Catalán rodeado por territorio Francés.
Desde Llivia nos metimos en Francia, por Ur, Enveigt, Porta, y Porté-Pymorens, donde comenzamos a subir el Port d´Envalira, de 2.408 m de altitud, por el que entramos a Andorra, pasando por la estación de Pas de la Casa. Este puerto es el más alto de todos los que pasamos.
Paramos a comer en Emcamp, en un asador argentino, donde comimos una ensaladita y un asado que estaba "en su jodido punto". De lo mejor del viaje. Además, hacía un día estupendo y el lugar era precioso, con vistas a las enormes montañas y a la iglesia feo-moderna.
Cruzar Andorra nos llevó rato, ya que la carretera que la cruza de Norte a Sur es un atasco continuo, eso por no hablar de la Aduana para pasar a España, donde nos tocó esperar un rato de cola (menos mal que no nos hicieron parar para abrir el equipaje).
Al salir de Andorra nos dirigimos hacia Sort, pasando por la Seu d´Urgell y por Ribera d´Urgellet, donde hay que coger el desvio hacia Sort. Este tramo entre Ridera d´Urgellet y Sort a mi se me hizo algo largo. Empezaba a notar un poco el cansancio acumulado. Sin embargo Boca si pudo disfrutarlo.
En Sort nos tomamos un fresquito cocacola, y yo me negué a comprar lotería (cosa que otros no hicieron).
La etapa estaba acabando ya (por fin), sólo nos quedaban unos 30 km hasta Espot. Además, eran la mayoría por esas carreteras con curvas rápidas que van por el fondo de los valles que tanto me gustan.
Poco antes de Espot nos quedamos en un camping. Cuando llegamos estaban regando casi todas las parcelas que estaban vacías. Eran unos enfermos del riego. No dejaban de regar aunque se encharcara el cesped. En un momento de despiste, dejé los pantalones de motar dados la vuelta sobre la moto, para ventilarlos, y me fui al baño... al volver habían cambiado de sitio un aspersor y me habían regado la toalla (ya nunca más volvió a estar seca en todo el viaje), la moto y los pantalones. Que desastre.
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